Con los masajes tantra, se toca todo el cuerpo, incluidos los genitales, de forma curativa. A través de la atmósfera especial creada en el ritual del tantra, tanto la persona que da como la que recibe alcanzan espacios expandidos de presencia y conciencia. Se aborda la persona en su totalidad y se supera la fijación unilateral en lo único sexual.
Para muchas personas, los masajes tantra abren toda una nueva área de existencia, que expande y enriquece inmensamente las experiencias sexuales anteriores. Para las personas que les cuesta abrirse al amor sexual, los masajes tántricos son una invitación a empezar de nuevo. Para los centros donde a menudo se almacenan lesiones, en su mayoría centros cardíacos y sexuales, es importante llevar un "bálsamo" nutritivo a las heridas con atención y respeto.
Por lo tanto, el donante está en una actitud de apoyo no intencionado allí. La persona receptora puede explorar lo que desencadenan en ella los diferentes toques con la mayor intrepidez posible. Apertura emocional, conexión emocional, presencia en el cuerpo, claridad mental e inspiración.
¿Alguna vez has probado un masaje tántrico en casa o en un seminario?